Aunque también se podría utilizar el título para hacer referencia a que ha culminado ya esta etapa de exámenes (que no de notas y de nervios) no van por ahí los tiros... Como ya viene siendo habitual y empieza a ser costumbre (una que espero seguir manteniendo con los años) me toca a hablar de mi última incursión en el mundo artístico. Esta vez es el turno de "Alegria", el último espectáculo que he tenido la suerte de disfrutar en persona de la mano del grandioso "Cirque Du Soleil"
En muchos de estos casos, las palabras se quedan cortas para describirlo, pero es que en este se lleva la palma. Disfrutas durante dos horas y media de un espectáculo circense de los que ya no abundan. La majestuosidad de las canciones en directo, las grandes habilidades de los trapecistas, la flexibilidad de las gemelas de goma, la maestría de los malabaristas de fuego... Todo aderezado con una gran escenografía, unas luces estupendas y unos interludios entre números de lo más entretenidos de mano de los payasos. Y tiene mérito que un servidor hable así de los payasos, ya que a estos "personajillos del humor" prefiero mantenerlos a una cierta distancia.
Uno de los detalles que me sorprendió fue como se preocupan por integrar al público en las actuaciones. Quieren que formen parte en algunos momentos, nada que los ponga en riesgo y para sacarles a todos los presentes una gran sonrisa. Desde aquí no me quedan aplausos ni palabras de admiración para todos y cada uno de ellos, esos profesionales del entretenimiento que se levantan y entrenan cada día para conseguir hacerse un hueco en el corazoncito del público. Y en mi caso, lo han conseguido.
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