martes, 11 de septiembre de 2012

Inconformismo

Como cada septiembre, la vuelta a la rutina es algo casi inevitable. Pero si no te paras a pensar el modo en el que has vivido tus vacaciones, prácticamente no te percatas de las ganas que tienes de volver o de salir corriendo lo más lejos posible.

En mi caso, las ganas de empezar de nuevo se han vuelto una necesidad más que otra cosa. El verano se ha extendido demasiado, hecho bastante comprensible si empiezas tus vacaciones a un 28 de mayo. Siempre te queda la incertidumbre de estar esperando los resultados de tus últimos exámenes, lo que suele traer de cabeza a un servidor a más de uno, pero ya estás "liberado", sin la obligación de tener que estar este día a esa hora en aquel aula.

Algo que me ha quedado bastante claro es que nunca llueve a gusto de todos y que la vida tiene cierto sentido del humor kármico de lo más interesante. Realmente yo no tendría que estar escribiendo esta entrada ahora, sino en la presentación de mis nuevas asignaturas o posiblemente saliendo y compartiendo recuerdos estivales con mis compañeros y amigos. Pero no. Cuando están todas las facultades reuniendo a sus alumnos y novatos universitarios, en la mía solo está la presentación de los de primero, teniendo el resto que ir a partir del próximo lunes porque necesitan nuestras instalaciones para las pruebas de acceso de septiembre. Eso lo único que significa es que se alargan más unas vacaciones a las que estoy deseando ponerle fin. Y no porque me lo haya pasado mal precisamente, todo lo contrario, han sido moviditas. Sino porque ya es hora de volver a centrarse, de afrontar nuevos retos, de levantarse para volver al juego y de vivir las mil y una aventuras que nos tenga preparadas el día a día.

Feliz vuelta al "cole" a aquellos que empiezan hoy y paciencia para aquellos que, como yo, están deseando volver.

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