lunes, 27 de febrero de 2012

Responsabilidad y Tiempo

¿Y si empezamos de verdad a aprovechar el tiempo?

Quería empezar con esta reflexión para que vaya calando en sus mentes lentamente (lo siento señores, es lo que tiene conocer el efecto de primacía en el procesamiento de la información y su capacidad de persuasión... Para más información preguntar a un servidor o a colegas del gremio psicológico) Además, alertándolos ya de su importancia, de forma inconsciente ya se lo están preguntando, sólo les queda llevarlo al preconsciente, una vez ahí, que llegue a la consciencia es un juego de niños (al igual que el juego de palabras que acabo de soltar para que se acerquen un poco a mi nuevo mundo, "Psicoland", cómo alguien me ha comentado recientemente)

Una vez creado el preámbulo y con su atención relativamente captada, quería comentar el porqué de mi pregunta. Han pasado los Carnavales, la fiesta y el "desenfreno" (para algunos) terminó hasta enero del año que viene (sí sí, han leído bien, se adelanta muchísimo el carnaval 2012+1) y ya en pleno apogeo del segundo cuatrimestre, uno recuerda aquellas promesas que se hizo durante el período de exámenes de "esto a mí no me pasa más, empiezo a estudiar antes, a mí no me vuelven a coger..." y demás palabrería. Pues resulta que no en todas ocasiones cae en saco roto y te encuentras con gente [maravillosa] (que te enseña nuevas formas de ver sitios que ya conocías, entre otras cosas) que ya tiene un planing de exámenes hecho y además ya está repasando aquello que le quedó pendiente en el primer cuatrimestre...

Con todo esto, y aunque no lo parezca, quiero sacar un punto positivo a la situación. Digamos que es relativamente "pronto" en el cuatrimestre, aún estamos a tiempo de poder llevar a cabo nuestras intenciones y más aún, dirigirlas a buen puerto si sabemos tocar los botones adecuados. Hablo desde una perspectiva estudiantil, pero ¿por qué no generalizar? ¿Por qué no dejarnos de pamplinas e ir a por lo que (o a por quien) queremos? ¿Qué nos hace postponer nuestros deseos?...

Una cosa está clara, el tiempo pasa, no espera por nada ni por nadie, entonces dime: ¿a qué esperas tú?

miércoles, 22 de febrero de 2012

Te conozco mascarita

Bueno señores, es un hecho, como cada año, el Carnaval ha llegado a la isla. Las calles se visten de color, se llenan del sonido de las murgas y la gente coreando sus letras, se corona a la elegante reina de las fiestas (cuestiones de justicia y méritos a parte... mucho politiqueo suelto ejm ejm) entre otras tradiciones. Esta fiesta tiene dos caras: la comentada hasta ahora como versión para todos los públicos y la cara oculta-nocturna.

Generalmente, cuando pasa la medianoche, la gente se transforma (ojo, no me refiero a los disfraces) y justifican la fiesta como un "todo vale". Eso tampoco se puede consentir, pues una cosa es divertirte en buena compañía y otra que tenga que intervenir el servicio sanitario porque no te tienes en pie (literalmente), por no mencionar cuando les toca el turno a policías y demás personal de seguridad (vergonzoso, si me permiten la licencia) Ahora mismo estamos en el ecuador de las fiestas, mientras unos retomamos la rutina semanal convencional, otros afortunados cuentan con días libres (valórenlos señores)

Desde aquí solo pretendo lanzar una reflexión, aún queda un fin de semana de piñata (clausura de carnavales para los no informados) ¿por qué no disfrutarlo sin que se nos vaya de las manos? A pasarlo bien, pero con dos dedos de frente (o cuatro si hace falta)

martes, 14 de febrero de 2012

Hasta siempre - Farewell

Creo que esta será una de las entradas más duras que vaya a publicar en mucho tiempo. No porque sea un tema con el que todos nos hemos enfrentado, sino porque cuando te pilla por sorpresa y sin ninguna explicación, las palabras no te salen de ninguna manera.

¿Cómo puede acabar tu vida cuando a penas has cumplido 22 años? Con una carrera terminada, planes en el extranjero, disfrutando por fin de lo que le estaba brindando la vida, va y se le apaga de golpe. No es justo, no te lo merecías. Es muy injusto que te hayas marchado de este modo, no es justo... Ya sabes que en estas situaciones, nunca nada lo es, pero mi frustración aumenta y mi cabreo más todavía. En realidad bajo todas esas capaz de enfado hay una gran tristeza, tanta que me ha sorprendido la forma en la que me ha conmovido.

Es muy peculiar todas las emociones que te puede despertar alguien de quien no sabes nada en un tiempo, salvo que todo le va bien y que es feliz con su vida, lo que te alegra muchísimo. Ahora solo queda adaptarse a la nueva y desdichada situación. Pero quiero que sepas, donde sea que estés, que fue un placer compartir esos años con alguien como tú. Siempre admiraré la forma en la que tocabas y como te entregabas a la música (tu música, maestro), tu iniciativa para aprender cada vez más y no dejarte vencer por los límites, por muchas zancadillas que te aparecieran en el camino.

Esta ha sido mi pequeña despedida-homenaje para ti, te recordaré con mucho cariño y hasta que nos encontremos. Por ahora, te dedico nuestro dueto que nunca terminamos de perfeccionar, pero que no se me olvidarán nuestros intentos =)

Hasta siempre

jueves, 2 de febrero de 2012

Carta a un desconocido

Hola desconocido:

Sí, al más puro estilo Natalie Portman en "Closer" me voy a acercar a ti desde mi barrera virtual de seguridad. Creo que será el primer post que haga en el que me estoy dirigiendo a alguien en concreto, así que desde tu ignorancia espero que sepas valorarlo.
No te conozco ni sé quien eres, sólo puedo decir que de algún modo has captado mi atención. Fueron a penas unos segundos los que pudimos compartir una leve mirada, un momento de complicidad, antes de que te alejaras por completo. Tu paso fue firme, directo y decidido, y yo cavilando porqué andabas tan cabizbajo. Y allí llegaste, te sentaste en la distancia pero aún dentro de mi campo visual y dejaste que tus miradas y pensamientos se fundieran con el mar, al que observabas con tanto detenimiento.
Yo estaba perdido en conversaciones banales y alguna que otra risa aleatoria, pero sin dejar de preguntarme qué estabas haciendo, porqué estabas allí, qué escuchabas y qué se cruzaba por tu cabeza. Parece que te colaste en mis pensamientos y te has mantenido un par de días. Y llegó la hora de marcharse, pero no podía irme sin acercarme a ti. Haciendo sutiles malabares lo conseguí. La distancia real fue mayor incluso que la de nuestro momento de "miradas cruzadas", pero fue suficiente para conseguir que me girara en repetidas ocasiones en mi vuelta a casa (pero claro, tú de esto no te percataste ni una sola vez...)
¿Nos volveremos a encontrar? ¿Acaso me recordarás? Quien sabe...

Me despido de ti con una frase muy musical en mi cabeza, take care of yourself!