martes, 26 de junio de 2012

Perspectivas

En algunas ocasiones, podemos vernos asaltados por la inspiración en los momentos más inesperados. Si bien, no siempre puedes contar con que las musas te acompañen cuando las necesites y tus resultados van a depender más de lo que te lo curres que del propio azar (ay, esos sesgos cognitivos...) Cuando te encuentres en un momento así, mi consejo es que pongas en marcha un cambio de perspectiva.

En mi caso he probado a sacar el blog de la habitación y traérmelo a un lugar un poco más fresco, que teniendo en cuenta la ola de calor del momento no es mala idea en absoluto. Refrescarte y tumbarte al sol hace que resetees de lo que venías pensando durante el día y te deja un poco más liberado para resolver asuntos que tengas pendientes. Aunque no nos engañemos, cuando nos dejamos envolver los por rayos del sol y la brisa, lo que más apetece es dejar la mente en blanco y postergar los problemas para tu yo del futuro.

He podido comprobar hace escasos minutos la diferencia al escribir acompañado por el batir de las olas del mar y un barullo de niños tirándose los zapatos a la papelera y armando escándalo (sí, es literal, basado en hecho reales) Realmente sólo tienes que encontrar tu hueco, un poco de tranquilidad y dejar que tus dedos empiecen a bailar con las teclas, al ritmo de la melodía que tú decidas escribir. Y si además, lo acompañas de buenas vistas, el resultado al final puede dejarte con muy buen sabor de boca.


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